-   Activación del líquido cefalorraquídeo: 
Mediante la   respiración medular generamos más glóbulos blancos y permitimos que se movilice   el fluido del líquido cefalorraquídeo. Hay dos bombas en la columna una es la   sacra y otra la craneal, a través de los movimientos de expansión y contracción   de esas bombas se regula el líquido del cefalorraquídeo. 
-   Limpieza pulmonar:
Con la   respiración medular los pulmones se expanden al inspirar, llegando a zonas que   normalmente están más contraídas permitiendo que los alvéolos se oxigenen. Al   exhalar los pulmones se cierran, pueden exprimir y soltar todo lo que es el aire   residual.
-   Otros beneficios:
Movilizamos   la columna vertebral y la médula espinal que empieza en el cóccix   en conexión con la tierra y termina en el cerebelo conectando con la energía del   cielo. Mediante   este movimiento el diafragma sube y baja ayudando a que vuelva la sangre venosa   de retorno al corazón, sin tanto esfuerzo. Las vísceras se masajean con esta   presión del diafragma: al inspirar el diafragma baja, se dilatan los pulmones y   se expanden las vísceras. Al exhalar el diafragma sube, comprime los pulmones y   hay una succión de esas vísceras, consiguiendo que se regularice el tránsito   intestinal.